La Fascinante Historia del Café – Parte 1: Los orígenes en Etiopía y el mundo árabe

Pocas bebidas han tenido tanto impacto en la cultura global como el café. Hoy lo encontramos en cada rincón del mundo, pero su historia comenzó en un lugar remoto y casi místico: las tierras altas de Etiopía, donde crece de forma silvestre.

🌿 Kaldi y las cabras danzantes: el nacimiento de una leyenda

La leyenda más conocida sobre el origen del café se remonta al siglo IX. Un joven pastor etíope llamado Kaldi notó algo curioso: sus cabras, tras comer los frutos rojos de cierto arbusto, se volvían hiperactivas, brincaban y no dormían durante la noche. Intrigado, Kaldi llevó los frutos a un monasterio cercano.

Allí, los monjes descubrieron que estos granos ayudaban a mantenerse despiertos durante las largas oraciones nocturnas. Así nació la primera infusión de café… aunque en un principio, la reacción fue de rechazo: algunos monjes incluso tiraron los granos al fuego, de donde salió ese inconfundible aroma que hoy reconocemos como el del café tostado.

🕌 Yemen y el despertar del café como bebida

Desde Etiopía, el café cruzó el Mar Rojo hasta Yemen, donde se cultivó por primera vez de forma organizada. Fue aquí donde se desarrolló el método de tostar y hervir los granos, dando origen al café tal como lo conocemos.

La bebida se volvió popular en el mundo islámico, especialmente entre los sufíes, quienes lo usaban para mantenerse alerta durante sus rituales espirituales. Así, durante los siglos XV y XVI, el café se convirtió en una parte esencial de la cultura musulmana, dando lugar a las primeras casas de café (qahveh khaneh) en ciudades como La Meca, El Cairo y Estambul.

Durante mucho tiempo, los árabes mantuvieron el monopolio total del café: sólo exportaban granos ya tostados o hervidos para evitar que otras naciones pudieran sembrarlo. Pero ese control no duraría para siempre…

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