El secado del café es una de las etapas más importantes en el desarrollo de su sabor. Existen tres métodos principales que influyen en el perfil de la taza: el proceso natural, el lavado y el honey.
- Natural (Secado al Sol): Los granos se secan con la cereza completa aún adherida. Es el método más antiguo y se utiliza en regiones con climas secos. Da como resultado cafés dulces, afrutados y con cuerpo pronunciado. Es común en Etiopía y Brasil.
- Lavado (Beneficio Húmedo): Aquí se elimina la pulpa antes del secado, lo que da lugar a una taza más limpia, con alta acidez y notas florales o cítricas. Este método es muy utilizado en Colombia, Kenia y Centroamérica.
- Honey (Mielado): Es un punto medio entre los anteriores. Se retira la piel de la cereza, pero se deja parte del mucílago en el grano. El resultado es un café balanceado, con dulzura natural y buena acidez. Es típico en Costa Rica y El Salvador.
Cada método aporta características únicas al café y está directamente relacionado con las condiciones climáticas y las tradiciones de cada región productora.