El café es mucho más que una bebida estimulante; es parte de la vida diaria de millones de personas alrededor del mundo. Sus orígenes se remontan a Etiopía, donde la leyenda cuenta que un pastor llamado Kaldi observó cómo sus cabras se volvían más activas al consumir los frutos del cafeto.
Hoy en día, la ciencia ha confirmado muchos de los beneficios del café. La cafeína, su compuesto más conocido, estimula el sistema nervioso central, mejorando la concentración y el estado de alerta. Además, el café es una fuente rica en antioxidantes como los polifenoles, que combaten los radicales libres y ayudan a prevenir el envejecimiento celular.
Diversos estudios han demostrado que el consumo moderado de café puede reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson, así como mejorar el rendimiento físico. Eso sí, su consumo debe ser responsable y equilibrado para obtener todos sus beneficios sin efectos secundarios.